Así se titula esta entrada de un blog genial de una asturiana, L´Andariega musical, al que os remito porque tiene muy bien trabajado el tema para tratarlo en clase. Pincháis en la ilustración de color rosa fucsia y se accede a varios estilos musicales con sus mujeres más representativas. Le copio la viñeta, porque me ha gustado este abrazo:miércoles, 5 de febrero de 2014
Música en femenino singular
Así se titula esta entrada de un blog genial de una asturiana, L´Andariega musical, al que os remito porque tiene muy bien trabajado el tema para tratarlo en clase. Pincháis en la ilustración de color rosa fucsia y se accede a varios estilos musicales con sus mujeres más representativas. Le copio la viñeta, porque me ha gustado este abrazo:
Tutorías para el 8 de marzo
HOLA TUTORAS Y TUTORES:
Una vez más, y con motivo de una efemérides tan conocida en nuestra sociedad como es el 8 de marzo, os planteo una serie de actividades según el ciclo y curso al que le deis clase. Ni qué decir tiene que estas son sólo orientaciones, propuestas,..que podéis cambiar según creáis conveniente. La historia de por qué este día, está en la entrada que tiene este nombre: 8 de marzo.
1º ESO:
2º ESO
Nada más. En espera de vuestros comentarios y sugerencias. GRACIAS.
Una vez más, y con motivo de una efemérides tan conocida en nuestra sociedad como es el 8 de marzo, os planteo una serie de actividades según el ciclo y curso al que le deis clase. Ni qué decir tiene que estas son sólo orientaciones, propuestas,..que podéis cambiar según creáis conveniente. La historia de por qué este día, está en la entrada que tiene este nombre: 8 de marzo.
1º ESO:
- Si no vistéis el capítulo de Los Simpsons de Las chicas sólo quieren sumar, os lo recomiendo. Se acompaña de una ficha con preguntas.
- Está el cuento de La cenicienta que no quería comer perdices, en Pdf y en Youtube, leído por alumnos de 2º ESO de un IES de Marbella. Además, para acabar, un grupo musical alternativo le hizo su versión.
- El corto de Sirenito, es también recomendable (unos 5 minutos). Los actores no son profesionales, pero es el contenido lo que cuenta.
- En el colegio Alcalá Wenceslada han realizado este proyecto de modificación de los cuentos populares. os aconsejo que primero leáis el pdf y después oigáis alguno de los cuentos modificados (duran entre 7 - 10 minutos, no más)
En la siguiente dirección podéis pinchar para tener acceso a los materiales.La guía didáctica os la adjunto.
- Podéis ver la película Quiero ser como Beckham, que os he descargado en el ordenador de clase. Viene con una ficha hecha por el gobierno de Aragón, muy interesante.
- Además, el primer marathon femenino europeo se correrá este año por 1ª vez en Mallorca. La historia de Katherin Switzer, el número 261, también la tenéis en el blog.
- Si os gusta la música, hay una página asturiana titulada Música en femenino, con unos glogsters muy interesantes.
- Conocer la figura de Clara Campoamor debería ser obligatorio para todas y todos los españoles, pues con su afán y dedicación(además de la ayuda de muchos) logró el sufragio femenino en España. Así lo cuenta esta serie de RTVE Clara Campoamor, la mujer olvidada( de una hora y media).
- También hay un artículo de opinión, Jennifer y John, que refleja la ficticia igualdad que creemos que existe en el primer mundo. Podéis fotocopiarlo y trabajar en clase.
- Se recomienda la proyección de la película La sonrisa de Monalisa (tiene enlace on line). Debe verse después del decálogo de la Esposa perfecta. Y para terminar la unidad, el reportaje de Isabel Coixet , La mujer: cosa de hombres (todo está en la misma entrada del blog).
- Hay un pequeño vídeo de 4 minutos (picar aquí) en el que una presentadora responde a un telespectador que le manda un email llamándola gorda. Merece la pena verlo y comentarlo después en clase, junto a esta frase de la cantante Adele.
Nada más. En espera de vuestros comentarios y sugerencias. GRACIAS.
261: el número que cambió el maratón
Muchos ni siquiera habíamos nacido cuando Kathrine Switzer empezó a cambiar la historia del running, pero reconocemos en ella a la mujer que dio la primera zancada de la carrera más difícil: la que tenía por meta la igualdad en un deporte masculino. Corría el año 1967 y Switzer se plantó en la línea de salida del Maratón de Boston, una carrera con una regla no escrita: el maratón es sólo cosa de hombres. Pero las reglas también están para cambiarlas.
El 30 de marzo de 2014 se correrá el Primer maratón femenino en Europa, y será en Mallorca.Pincha este ENLACE y verás la historia de esta mujer (son unos 4 minutos)..
Jennifer y John
Os remito a este artículo de Edurne Uriarte en la revista Mujer hoy,del 12 de noviembre de 2012, porque deja claro que aún nos queda mucho por lograr, que la igualdad todavía no se ha logrado. Así que os animo a trabajarlo y comentarlo en clase. No dejéis de ver el vídeo que adjunto al final:
ESTA ES UNA de esas historias de las que te sabes la teoría pero no dejas de sorprenderte, y mucho, por la práctica. Es la historia de Jennifer y John, que no son dos personas reales, sino los personajes de un experimento realizado por la Universidad de Yale para saber si aún existe sexismo en el mundo académico de las ciencias. La mala noticia es que la respuesta es sí.
EL EXPERIMENTO era sencillo y letal. Letal para nuestro optimismo antropológico, quiero decir. Los investigadores enviaron el currículo de un licenciado a profesores de seis universidades, tres privadas y tres públicas, y de diversos campos científicos, Biología, Química y Física, y les pidieron que valoraran su idoneidad para un puesto de responsable de laboratorio. Debían dar una puntuación y, además, proponer un salario. El currículo enviado era exactamente el mismo para todos, pero con un ligero cambio, el del nombre del candidato: en la mitad de los casos se trataba de Jennifer, una mujer, y en la otra mitad era John, un hombre. Y aquí viene la desagradable noticia y es que la puntuación recibida por John fue superior a la de Jennifer, un 4 para él en una escala del 1 al 7 y un 3,3 para ella. Y aún más, el salario propuesto para él fue de 30.328 dólares frente a los 26.508 para ella. Y discriminaron a Jennifer exactamente igual las mujeres que los hombres consultados.
Y MUCHO ME TEMO que este experimento daría el mismo resultado en cualquier otro campo o que se mantiene la tendencia a suponer una mayor capacidad al hombre frente a la mujer. Lo mismo que en aquella vieja experiencia de la selección de violinistas para una orquesta que dio diferentes resultados cuando los candidatos tocaron detrás de una cortina y no se pudo saber si eran hombres o mujeres. Es fácil adivinar qué les ocurrió cuando tocaron sin la cortina mediante. Lo mismo que a Jennifer y a John, que a él lo encontraron más dotado para el violín.
Y, SIN EMBARGO, sigo pensando que las cuotas son una mala solución. Entre otras cosas, porque sustituyen una discriminación por otra. Por eso estoy de acuerdo con los países europeos que acaban de oponerse a la propuesta de la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, de imponer por ley la obligatoriedad de reservar a las mujeres un 40% de los puestos de los Consejos de Administración de las grandes empresas europeas. Insiste Reding en que planteará una nueva votación en el futuro para sacar adelante este proyecto, pero ella sabe que no lo logrará, no solo por el gran número de países en contra, sino porque las líderes se oponen de la misma manera que ellos.
TODAS QUEREMOS que Jennifer tenga las mismas posibilidades que John de ser la responsable de un laboratorio o de entrar en un Consejo de Administración. Pero si Viviane Reding pretende imponerlo con una ley, Jennifer volverá a estar en desigualdad de condiciones. Antes, porque no eran capaces de ver sus cualidades. Después, porque la ley, la cuota y la obligatoriedad también impedirán ver esas cualidades.
P. D.: En España, hay un 11% de mujeres en puestos directivos, por debajo de la media de la Unión Europea, que es del 14%. El país más avanzado, Finlandia, llega al 27%. Estamos lejos de la igualdad, pero con un aumento continuado e imparable de los porcentajes femeninos
ESTA ES UNA de esas historias de las que te sabes la teoría pero no dejas de sorprenderte, y mucho, por la práctica. Es la historia de Jennifer y John, que no son dos personas reales, sino los personajes de un experimento realizado por la Universidad de Yale para saber si aún existe sexismo en el mundo académico de las ciencias. La mala noticia es que la respuesta es sí.
EL EXPERIMENTO era sencillo y letal. Letal para nuestro optimismo antropológico, quiero decir. Los investigadores enviaron el currículo de un licenciado a profesores de seis universidades, tres privadas y tres públicas, y de diversos campos científicos, Biología, Química y Física, y les pidieron que valoraran su idoneidad para un puesto de responsable de laboratorio. Debían dar una puntuación y, además, proponer un salario. El currículo enviado era exactamente el mismo para todos, pero con un ligero cambio, el del nombre del candidato: en la mitad de los casos se trataba de Jennifer, una mujer, y en la otra mitad era John, un hombre. Y aquí viene la desagradable noticia y es que la puntuación recibida por John fue superior a la de Jennifer, un 4 para él en una escala del 1 al 7 y un 3,3 para ella. Y aún más, el salario propuesto para él fue de 30.328 dólares frente a los 26.508 para ella. Y discriminaron a Jennifer exactamente igual las mujeres que los hombres consultados.
Y MUCHO ME TEMO que este experimento daría el mismo resultado en cualquier otro campo o que se mantiene la tendencia a suponer una mayor capacidad al hombre frente a la mujer. Lo mismo que en aquella vieja experiencia de la selección de violinistas para una orquesta que dio diferentes resultados cuando los candidatos tocaron detrás de una cortina y no se pudo saber si eran hombres o mujeres. Es fácil adivinar qué les ocurrió cuando tocaron sin la cortina mediante. Lo mismo que a Jennifer y a John, que a él lo encontraron más dotado para el violín.
Y, SIN EMBARGO, sigo pensando que las cuotas son una mala solución. Entre otras cosas, porque sustituyen una discriminación por otra. Por eso estoy de acuerdo con los países europeos que acaban de oponerse a la propuesta de la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, de imponer por ley la obligatoriedad de reservar a las mujeres un 40% de los puestos de los Consejos de Administración de las grandes empresas europeas. Insiste Reding en que planteará una nueva votación en el futuro para sacar adelante este proyecto, pero ella sabe que no lo logrará, no solo por el gran número de países en contra, sino porque las líderes se oponen de la misma manera que ellos.
TODAS QUEREMOS que Jennifer tenga las mismas posibilidades que John de ser la responsable de un laboratorio o de entrar en un Consejo de Administración. Pero si Viviane Reding pretende imponerlo con una ley, Jennifer volverá a estar en desigualdad de condiciones. Antes, porque no eran capaces de ver sus cualidades. Después, porque la ley, la cuota y la obligatoriedad también impedirán ver esas cualidades.
P. D.: En España, hay un 11% de mujeres en puestos directivos, por debajo de la media de la Unión Europea, que es del 14%. El país más avanzado, Finlandia, llega al 27%. Estamos lejos de la igualdad, pero con un aumento continuado e imparable de los porcentajes femeninos
Suscribirse a:
Entradas (Atom)