Cuando alguien llega por vez primera a nuestro centro, lo primero que ve es esa señal de color amarillo que nos indica el camino HACIA LA IGUALDAD. ¿Y cuál es el camino? Pues no es otro que el de la educación, en todos sus aspectos, con todas sus acepciones. Sólo cuando estemos bien formados, cuando dejemos atrás la ignorancia, cuando conozcamos el verdadero papel de la mujer en el mundo, estaremos en el camino de la igualdad.
Y para ello hemos de aparcar nuestros prejuicios, nuestros complejos, nuestros estereotipos. ¡Qué gráfico es este aparcamiento de las TRABAS A LA IGUALDAD! Si no somos capaces de abrir nuestra mente y de cambiar esos roles impuestos desde pequeños por la sociedad,difícilmente podremos avanzar en este camino.
Seguimos avanzando y en esa escalera de incendios, en su parte superior, encontramos una imagen de un hombre y una mujer. IGUALARTE. A través del arte, en sus diferentes manifestaciones (pintura, escultura, danza, música...) este centro se ha caracterizado de defender y promover la igualdad. Siempre cogidos de la mano, hombre y mujer, mujer y hombre. Es tarea de ambos. No es una lucha femenina, porque con la igualdad TOD@S salimos ganando.
Y para hablar de igualdad, mejor con flores. No hay que enfadarse y buscar el conflicto. Hay que promover la sana discusión que nos lleve a soluciones consensuadas, a lugares comunes de respeto, tolerancia, valoración, dignidad...
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